Sostenibilidad y valoración del patrimonio cultural
inmaterial de Manabí: estrategias de fortalecimiento
José Darío Vera Solorzano
Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, Carrera de Turismo, Calceta, Ecuador
Blanca Enith Mendoza Mendoza
*Correspondencia:
Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, Carrera de Turismo, Calceta, Ecuador
Aceptado : 11 de noviembre de 2024
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citar este artículo:
Resumen
El patrimonio cultural inmaterial (PCI) cumple un rol social significativo en el mundo moderno, ya que enlaza a un pueblo con su historia, costumbres y tradiciones. El objetivo de esta exploración fue elaborar un estudio de sostenibilidad para el fortalecimiento del PCI de la zona norte de Manabí, Ecuador. El enfoque fue mixto, no experimental y de tipo no exploratorio. Se aplicaron técnicas de análisis e instrumentos para la recolección de datos, para obtener la valoración del turista con respecto al PCI del área de estudio. Ochenta y cinco expresiones culturales inmateriales se identificaron en el área de estudio y se aplicaron entrevistas a actores y gestores involucrados en el trabajo cultural de sus localidades. Finalmente se diseñaron estrategias para el fortalecimiento de las organizaciones culturales para la conformación de políticas públicas culturales, teniendo por enfoque la salvaguardia y la protección jurídica de los derechos y la sensibilización entre las comunidades locales.
Palabras clave: costumbres y tradiciones, patrimonio cultural inmaterial, turismo cultural, manifestaciones culturales, valoración
Abstract
Intangible cultural heritage plays a significant social role in the modern world since it links a people with its history, customs and traditions. This exploration aimed to prepare a sustainability study to strengthen the ICH in the northern area of Manabí, Ecuador, with a mixed, non- experimental and non-exploratory approach. Analysis techniques and instruments were applied for data collection, where the tourist’s assessment regarding the PCI of the study area was obtained. Eighty-five intangible cultural expressions characterised the study area; interviews were applied to actors and managers involved in the artistic work of their localities. Finally, strategies were designed to strengthen cultural organisations to form cultural public policies, focusing on safeguarding and legal rights protection and raising awareness among local communities.
Keywords: customs and traditions, intangible cultural heritage, cultural tourism, cultural manifestations, valuationLa sostenibilidad, como agente de cambio, ocupa una posición central en la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (PCI). Este enfoque no solo busca preservar las tradiciones y prácticas culturales, sino que también promueve el desarrollo de las comunidades a través de la valorización de su patrimonio. La sostenibilidad se considera un aspecto fundamental e incluso fundacional, del desarrollo (Erlewein, 2015), al implicar un equilibrio entre el crecimiento económico, la inclusión social y la conservación del medioambiente. La creciente importancia de la sostenibilidad a nivel internacional refleja una comprensión más profunda de que el desarrollo no puede ser sostenible a largo plazo sin integrar las dimensiones culturales.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible considera tres dimensiones (económica, social y ambiental) como ámbitos de actividad altamente interdependientes e importantes. Además, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) destacan el respeto por los derechos humanos, incluidos los derechos culturales. A diferencia de la agenda anterior (2000-2015), la Agenda 2030 reconoce la relevancia de la diversidad cultural y el papel esencial que desempeñan las culturas como facilitadoras y catalizadoras del desarrollo sostenible.
Por ello, la Convención de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003) estableció el primer tratado
internacional destinado a preservar el PCI, resaltando la importancia que
reviste este al proteger la diversidad
cultural y garantizar el desarrollo sostenible (Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, 2019). Asimismo,
la comunidad internacional reconoce la necesidad de preservar y conservar el PCI como un componente esencial
para el desarrollo cultural
sostenible (Guo &Ahn, 2023). Al reconocer el valor del PCI, se fomenta
la identidad cultural
y el sentido de pertenencia en las comunidades,
lo que, a su vez, contribuye a su resiliencia y capacidad para enfrentar
desafíos contemporáneos. De este modo, la sostenibilidad se convierte en un aspecto
clave para garantizar que las culturas y las
tradiciones se mantengan vivas y relevantes en un mundo en constante cambio.
Por lo tanto, es importante que las iniciativas de desarrollo reconozcan y fomenten la riqueza del PCI, para asegurar que las comunidades puedan prosperar en un contexto donde se respete y valore su identidad cultural. Del Espino & Horeczki (2022) enfatizan que el PCI innovador y sostenible puede mejorar las condiciones de las zonas rurales frente al desequilibrio territorial. En este sentido, Cantar (2021) anota que el PCI y la sostenibilidad son conceptos en constante construcción. Los define como un producto y un proceso que proporcionan a las sociedades un conjunto de recursos heredados del pasado, creados en el presente y transmitidos a las futuras generaciones, permitiendo su reelaboración a lo largo del tiempo para su beneficio (Rodríguez & Solís, 2016; Salazar, 2019). En este contexto, han surgido voces que cuestionan el modelo de desarrollo actual y proponen filosofías alternativas, como el Sumak Kawsay o Buen Vivir y el Suma Qamaña o Vivir Bien.
Estas propuestas fomentan la sostenibilidad en las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, buscando un nuevo modelo de vida. Sin embargo, Iño (2022) sostiene que la conservación de los conocimientos ancestrales en América Latina ha enfrentado amenazas en diversos momentos históricos, habiendo sido transformada en muchos casos por circunstancias como con la colonización, por ejemplo. Por esta razón, la sostenibilidad del PCI se ha convertido en un objetivo esencial para muchos pueblos y nacionalidades, con el fin de proteger su idiosincrasia y mantener vivos sus valores (Zada & Bravo, 2023).
Por consiguiente, el turismo cultural (TC) y el PCI desempeñan un papel fundamental en el turismo mundial, siendo particularmente relevantes para las comunidades de los países en desarrollo (Khanom et al., 2019). Por ello, es imperativo proteger y transmitir el PCI en el proceso de desarrollo social, ya que contribuye de manera eficaz al desarrollo sostenible de las colectividades (Zhang et al., 2023). Así, el PCI puede atraer a turistas interesados en conocer sus costumbres y tradiciones (Jácome & Erazo, 2019; Muñoz et al., 2019). Sin embargo, la valorización del PCI se vuelve primordial cuando la globalización y el mal uso de Internet han provocado la pérdida de costumbres y tradiciones, en la medida en que las manifestaciones culturales no están siendo valoradas ni aprovechadas para el desarrollo turístico de las localidades. En ese sentido, la evolución del valor del patrimonio cultural local puede ayudar a prevenir la pérdida de la valiosa identidad cultural (Yan & Li, 2023).
Ecuador es un país con gran diversidad
de flora, fauna y cultura. Entre su población se encuentran distintos pueblos y
nacionalidades con una amplia diversidad étnica. En el territorio ecuatoriano conviven
catorce nacionalidades indígenas, cada una con su propia cosmovisión,
junto con mestizos, blancos y afroecuatorianos. Los pueblos y las
nacionalidades enfrentan el reto de conservar el legado cultural de sus antepasados,
ponerlo en valor y evitar que se pierda (Consejo Nacional para la Igualdad de
Pueblos y Nacionalidades, 2022). A pesar de que cuenta con un gran potencial en PCI, enfrenta problemas significativos,
como la aculturación. Esta situación surge de la necesidad de algunos
pueblos de integrarse a los sistemas de intercambio comercial y a la vida profesional.
Además, la escasa ejecución de programas y proyectos
destinados a preservar costumbres ancestrales y reactivar la cultura pone en riesgo el desarrollo turístico del
país. En este sentido, en los últimos años se ha evidenciado la pérdida de diversas culturas
ancestrales,lo que ha llevado
a su desvalorización dentro del territorio (García, 2022).
Manabí, provincia de Ecuador, se caracteriza por su diversidad natural y cultural que enriquece el territorio. Según Azua y Santos (2019), sus habitantes son generosos y humildes, poseedores de una identidad propia reflejada en su particular forma de entender el mundo y en su ingeniosa manera de describir y nombrar los lugares donde viven, lo cual enriquece el PCI. Sin embargo, en la zona norte de Manabí hay un déficit de proyectos que promuevan la identidad montubia, lo que afecta la creación de productos turísticos culturales y limita el empoderamiento comunitario respecto a su patrimonio.
En consecuencia, las manifestaciones culturales, esenciales para el desarrollo social y económico, requieren planes de sostenibilidad para evitar su deterioro, dado que la modernización y la adopción de costumbres externas amenazan las tradiciones ancestrales (Cardoso, 2006). La falta de un enfoque en el desarrollo del turismo cultural representa un problema que impacta tanto al territorio como a su patrimonio. La presente investigación busca fortalecer el PCI, mediante un análisis social, ambiental y económico, al proponer estrategias para mitigar los impactos en la zona norte de Manabí.
Este estudio fue de carácter no experimental, se aplicó métodos analíticos y sintéticos con criterios mixtos, simultáneamente se llevó a cabo una revisión documental bibliográfica para la recolección de información y elaboración de los fundamentos teórico conceptuales, que sirvieron de soporte en esta investigación. Además, se desarrolló bajo la pauta de sociocrítico aplicando encuestas para determinar la valoración de los turistas del PCI en el área de investigación.
Se aplicó un muestreo no probabilístico, considerando la población flotante de visitantes de los cantones de la zona norte de la provincia de Manabí. Por otra parte, la recopilación de datos se efectuó por medio de una encuesta semiestructurada conformada por nueve preguntas cerradas, con el propósito de conocer la valoración del turista. Para definir el tamaño de la muestra se utilizó la fórmula para población desconocida, dando como resultado 384 turistas que visitaron la zona norte de Manabí, de marzo a junio. Esta información se recopiló a través de Survey123. Por otra parte, los criterios de la encuesta fueron validados mediante el alfa de Cronbach, con un 99 % resultante, lo que representó una buena consistencia interna por lo que se consideró el instrumento como confiable.
En la revisión bibliográfica se tomó como base a Chang (2017), Mendoza et al. (2021), Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (2013), además de visitas in-situ. Se trabajó en tres fases, (i) análisis situacional del área de estudio; (ii) Caracterización de los PCI de la zona y, (iii) diseño de estrategias para el fortalecimiento del PCI (Carabajo & Moreira, 2024).
A partir de la información de los departamentos de Cultura y Turismo de la zona de investigación se identificaron aquellos actores que son parte del fortalecimiento del PCI, es decir, los encargados departamentales de las entidades municipales de Pedernales (analista de PCI), Jama (director de la Unidad de Turismo), San Vicente (analista de patrimonio arquitectónico cultural y deporte, Sucre (directora del Departamento de Cultura), Chone (director de Cultura), Flavio Alfaro (directora de Turismo, Cultura, Patrimonio y Deporte), y El Carmen (director del Departamento de Cultura).
Finalmente, se elaboró el análisis FODA con la información obtenida de las encuestas y entrevistas y se establecieron estrategias para desarrollar un plan de acción para el fortalecimiento del PCI a través de la matriz 5W2H. Las estrategias propuestas, diseñadas a partir de Hernández et al. (2019), hacen referencia al plan concebido para obtener la información deseada, además de abordar la problemática en estudio.
Resultados
Caracterización del área de estudio
La zona norte de Manabí está conformada por siete cantones que se integran en dos microrregiones; los cantones de El Carmen, Flavio Alfaro y Chone forman parte de la microrregión nororiental y los cantones Pedernales, Jama, San Vicente y Sucre, de la microrregión costa norte, con una extensión aproximada de 10 116.52 km2. Se debe considerar que el contexto social y cultural de estos cantones se diversifica y diferencia, debido a la cercanía (por sus condiciones limítrofes) con las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Esmeraldas y Los Ríos.
Análisis de la caracterización
del área de estudio
Es importante identificar en qué estado se encuentran las características básicas del turismo en los diferentes cantones de la zona norte de Manabí. La información recopilada incluye datos sobre alojamiento, alimentos y bebidas, operadoras turísticas, intermediarios y transporte turístico, con el objetivo de proporcionar una visión integral de la oferta turística en la región.
Por ello dentro del área de estudio se ubicó un total de 165 alojamientos, clasificados según la calidad de los servicios que brindan; en el caso de alimentos y bebidas se encontró un total de 138 establecimientos identificados por su aporte gastronómico; y, entre las operadoras, intermediarios y transporte turístico se constató que es mínimo o poco frecuente contar con este tipo de servicios (ver Figura 1).
Figura 1
Análisis de la caracterización de la infraestructura turística
En lo que se refiere a alojamiento, (165) los establecimientos están distribuidos entre los cantones de Pedernales, Jama, Chone, Flavio Alfaro, El Carmen, San Vicente y Sucre y se clasifican según el número de estrellas, lo cual es un indicador de la calidad de los servicios que ofrecen como se puede apreciar en la Tabla 1.
Tabla
1
Establecimientos
de alojamiento según número de estrellas
En cuanto a los servicios de alimentos y bebidas, se identificaron un total de 138 establecimientos que se destacan por su aporte gastronómico en la región. Pedernales ofrece 2 establecimientos con un tenedor, 5 con dos tenedores y 1 cafetería con una taza. Jama cuenta con 4 restaurantes con un tenedor y 1 cafetería con una taza. Chone tiene 5 restaurantes con un tenedor, 8 con dos tenedores, 2 cafeterías con una taza, 1 bar con dos copas y 1 discoteca con una copa. Flavio Alfaro presenta 1 restaurante con dos tenedores y 1 cafetería con una taza. El Carmen dispone de 5 restaurantes con un tenedor, 7 con dos tenedores y 9 cafeterías con una taza. San Vicente cuenta con 10 restaurantes con un tenedor, 19 con dos tenedores, 3 cafeterías con una taza y 4 bares con una copa. Sucre tiene 18 restaurantes con un tenedor, 18 con dos tenedores, 8 cafeterías con una taza, 4 bares con una copa y 1 con dos copas.
En el ámbito de las operadoras turísticas, como se ha señalado, la oferta es mínima y poco frecuente. Pedernales cuenta con cuatro operadoras turísticas, mientras que Jama dispone de una operadora de transporte turístico denominada Toquilla Tours. Chone y San Vicente cuentan con dos operadoras turísticas. Flavio Alfaro no tiene datos específicos sobre operadoras turísticas. El Carmen tiene una operadora turística llamada Macevelsa, y finalmente, Sucre destaca con diez operadoras turísticas.
La intermediación y transporte turístico, también escasean en la región. Pedernales cuenta con un establecimiento que funciona como sala de recepciones y banquetes de segunda categoría. El Carmen dispone de una agencia de viajes dual denominada Viento Sur Travel Cia. Ltda. Sucre tiene dos agencias de viajes: Dolphin Tours y Rosero Travel. No hay datos específicos sobre intermediarios en Jama, Chone y Flavio Alfaro.
El análisis de las manifestaciones culturales registradas en los cantones de la zona norte de Manabí revela una riqueza y diversidad importante en el patrimonio inmaterial de la región (ver Tabla 2).
El cantón San Vicente destaca notablemente con 28 manifestaciones culturales, lo que indica una fuerte preservación y continuidad de sus tradiciones y usos sociales. La mayoría de estas manifestaciones se encuentran en el ámbito de los usos sociales, rituales y actos festivos (A3), lo cual resalta la importancia de las festividades y rituales en la vida comunitaria. También se aprecia una considerable cantidad de conocimientos relacionados con la naturaleza y el universo (A4), subrayando una estrecha relación con el entorno natural.
El cantón Sucre posee 24 manifestaciones culturales categorizadas en los ámbitos del PCI, de las cuales siete son tradiciones y expresiones orales (A1): tres corresponden a usos rituales y actos festivos (A3); doce a conocimientos y usos relacionados con el universo (A4); y dos al ámbito técnicas ancestrales y tradicionales (A5). Por otro lado, los cantones Pedernales, El Carmen, Flavio Alfaro y Jama muestran una menor cantidad de manifestaciones culturales registradas, teniendo como resultado 12 de estas. Asimismo, el cantón Chone, posee 18 manifestaciones culturales que se agrupan en los ámbitos del PCI de la siguiente forma: seis corresponden al ámbito tradiciones y expresiones orales (A1); cinco a usos sociales, rituales y actos festivos (A3); cuatro a conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo (A4); y, finalmente, tres en el ámbito técnicas ancestrales y tradicionales (A5).
En conjunto, estos
datos ponen de manifiesto la riqueza cultural de las microrregiones centro-sur
y costa norte de Manabí, con una notable
diversidad en las manifestaciones del patrimonio inmaterial. La variación en la cantidad y tipo de expresiones registradas
entre los cantones refleja diferencias en la
preservación y valorización de sus tradiciones, así como en su adaptación a los cambios
sociales y económicos.
Este panorama cultural diverso constituye un recurso valioso para el
desarrollo sostenible y la promoción del turismo en la región, aportando una
identidad única y atractiva para visitantes y residentes.
Tabla
2
PCI de la zona norte de Manabí
Nota. Elaboración propia a partir de Carabajo y Moreira (2024).
En cuanto a sostenibilidad se refiere se realizó una encuesta a los turistas con el método de medición de escala de Likert, donde 1 significa nada interesado y 5 muy interesado, y se obtuvieron los siguientes datos de gran relevancia para la investigación.
El análisis demográfico revela una
muestra con predominancia de hombres (57.3 %) con una distribución
etaria centrada en adultos jóvenes y de mediana edad, destacando el grupo de 31
a 45 años con un 46.4 %. La ocupación principal es la de profesionales (39.1 %) y empleados privados (33.3
%), lo que revela
una presencia significativa de personas con
empleo estable y nivel profesional. En cuanto a los viajes, la mayoría
se realizan en familia (37.5
%), seguidos por los viajes con amigos (24.2 %) y en solitario (21.4 %)
(ver Tabla 3).
Tabla 3
Datos demográficos del perfil del turista
La concentración de registros en Chone
y la representación destacada de la provincia de Manabí, junto con
la mayoría de la población ecuatoriana, sugieren una alta participación local y
una posible influencia regional en los resultados del estudio. Se observa que
el 94.3 % son turistas nacionales.
Valoración del turista
Para identificar la valoración del turista se hizo una encuesta con el fin de conocer qué idea tienen o qué actividades desean realizar con respecto al patrimonio cultural inmaterial.
La encuesta reveló que una mayoría significativa de los turistas (60.01 %) selecciona el destino por su oferta de PCI, mostrando un fuerte interés y atracción hacia las características culturales inmateriales del lugar. Este porcentaje elevado sugiere que el PCI es un factor determinante en la decisión de viaje para una porción considerable de los turistas, lo que sugiere la importancia en la propuesta turística del destino (ver Tabla 4).
El resultado de la pregunta sobre la participación en actividades relacionadas con el patrimonio cultural inmaterial muestra que un 57.77 % de los encuestados ha participado en tales actividades, mientras que un 43.23 % no lo ha hecho. Este dato refleja que más de la mitad de los visitantes del destino están involucrados en actividades vinculadas con el PCI, lo que demuestra un interés significativo y una valoración positiva hacia las manifestaciones culturales no tangibles del lugar. La participación superior al 50 % en estas actividades muestra un buen nivel de engagement con la cultura local y puede ser indicativo de una oferta turística que integra exitosamente elementos del PCI (ver Tabla 5).
El análisis de los aspectos del PCI que los turistas consideran más importantes señala una clara preferencia por las festividades y celebraciones, así como por la música y danzas tradicionales, cada uno con un 25 % y 24.7 % de los encuestados calificándolos como muy importantes. La gastronomía también sobresale con un 24.7 % de los turistas valorándola como muy importante, lo que muestra su rol crucial en la experiencia turística. Las tradiciones y costumbres locales son vistas como importantes por un 23.7 %, subrayando su relevancia en la inmersión cultural. Aunque la artesanía y los productos tradicionales son los menos valorados, con un 19.5 % considerándolos como «importantes», aún representan un interés significativo. Estos resultados sugieren que los turistas evalúan positivamente las experiencias que ofrecen una inmersión profunda en la cultura local, acentuando la importancia de integrar y promover dichos elementos en la oferta turística para maximizar la satisfacción y conexión cultural (ver Tabla 6).
En la Tabla 7 se observan las actividades o experiencias relacionadas con la degustación de platos típicos de la gastronomía local como la actividad más deseada por los turistas, con un notable 39.6 %, mostrando un alto interés. Este dato destaca la importancia de la gastronomía como un componente central de la experiencia cultural para los turistas. Le sigue la visita a mercados con venta de artesanías, también, con un interés significativo del 25.3 %, los mercados permiten a los turistas interactuar con productos artesanales locales, lo que refuerza la apreciación por el trabajo manual y la cultura del destino.
La participación en festivales y las representaciones teatrales tradicionales tienen un interés moderado del 22.4 % y 19.8 %, respectivamente. Estos eventos culturales ofrecen oportunidades para experimentar la cultura a través de celebraciones y representaciones artísticas. Aunque esos porcentajes indican un interés menor en comparación con la gastronomía y las artesanías, siguen siendo importantes para aquellos que buscan una inmersión cultural más amplia (ver Tabla 7).
Tabla 4
Valoración del turista y su participación en el PCI
Tabla 5
Participación del turista en actividades relacionadas con el PCI
Tabla 6
Qué aspectos del PCI consideró más relevantes en su experiencia de turista
Qué tipo de actividades relacionadas con el PCI le gustaría encontrar con más frecuencia en destinos turísticos
Tabla 8
Valoración de las prácticas
sostenibles de la comunidad en las actividades relacionadas con el PCI durante su estadía
En el análisis de la Tabla 8 sobre la valoración de las prácticas sostenibles de la comunidad en relación con las actividades del PCI se observan varios aspectos relevantes: En primer lugar, las prácticas turísticas justas que respeten a las comunidades son valoradas de manera sobresaliente, con un 51.3 % de los encuestados calificándolas como excelente. Este alto porcentaje indica una fuerte preferencia por un turismo de respeto y beneficio a las comunidades locales, subrayando la importancia de la equidad y la consideración en las interacciones turísticas. Los turistas buscan experiencias que no solo se minimice el impacto negativo, sino que también se promueva un intercambio justo y beneficioso para las comunidades anfitrionas.
La conservación
y revitalización de las tradiciones, con un 44.0 % de los
encuestados calificando esta práctica
como excelente, también
es altamente valorada. Este hallazgo refleja un reconocimiento de la
importancia de preservar y fortalecer las
tradiciones culturales locales, destacando el interés por mantener vivas las prácticas
del PCI que forman parte integral de la identidad cultural del destino.
El fomento de la conciencia cultural y la valoración del PCI, con un 43.0 % de las respuestas en la categoría excelente, resalta el deseo de que las actividades turísticas contribuyan a una mayor apreciación y comprensión del patrimonio cultural. Los turistas valoran las prácticas que educan y sensibilizan sobre el PCI.
De igual manera, la participación activa de la comunidad, con un 39.8 % calificándola como excelente, remarca la importancia de involucrar a la comunidad local en las actividades turísticas.
La promoción del turismo con mínimo impacto ambiental, calificada como excelente por un 41.4 % indica que los turistas son conscientes de la necesidad de prácticas sostenibles que preserven el entorno natural del destino, alineándose con una creciente tendencia hacia el turismo responsable y ecológico.
Por último, la utilización de recursos locales, con un 31.0 % considerando esta práctica como regular, presenta el menor nivel de excelencia. Por último, en lo que se refiere a la valoración de las prácticas sostenibles de la comunidad en las actividades relacionadas con el PCI, muestra que la utilización de recursos locales tiene una calificación regular del 31.0 % por los participantes, posicionándose como el aspecto menos destacado. Sin embargo, aunque esta práctica es relevante, el porcentaje sugiere que su integración en las actividades relacionadas con el PCI podría no estar tan priorizada como otras áreas sostenibles. En efecto, este escenario plantea una oportunidad para fomentar un mayor uso de recursos locales, fortaleciendo la sostenibilidad y apoyando efectivamente a la economía de la comunidad.
Tabla 9
Qué iniciativas de conservación ha observado usted
durante su recorrido a los patrimonios culturales inmateriales
En la Tabla 10 dentro de las sugerencias sobre la valoración del PCI, los encuestados señalan que la colaboración internacional es la más útil, con un %. Ello muestra la importancia de integrar esfuerzos globales en la conservación y promoción del PCI. Le sigue la educación y sensibilización, y la promoción y difusión con un 51.6 % y 50.5 %, respectivamente, enfatizando la necesidad de aumentar el conocimiento y la visibilidad del PCI. Por otra parte, también se encuentra la participación comunitaria con un 50.0 % y los eventos y festivales culturales con 59.4 %, vistos como importantes para una mejor valoración del PCI y una experiencia turística enriquecedora. El turismo cultural responsable con un 57.3 %, los incentivos y apoyo financiero 58.6 % y la investigación y documentación con un 57.0 % son igualmente importantes, indicando que un enfoque integral que incluya apoyo financiero, investigación, y prácticas responsables es fundamental para mejorar la experiencia del turista y la conservación del PCI (ver Tabla 10).
Según el análisis de fiabilidad del instrumento para las preguntas de las tablas 2, 4, 6, 8 y 9 de las encuestas medidas a través de la metodología de Alfa de Cronbach, donde se evaluaron 29 indicadores, el Alfa de Cronbach sobrepasa .823 lo que indicó que la variable y los indicadores fueron fiables (ver Tabla 11).
Tabla 10
Sugerencias para mejorar tanto la valoración PCI como la experiencia del turista
Tabla 11
Alfa de Cronbach
Análisis de la sostenibilidad y valoración
del PCI en la zona norte de Manabí
La preservación y promoción de los PCI requiere la colaboración y participación de diversos actores y sectores.
Los
actores y gestores
culturales que participaron en la aplicación
de la entrevista fueron doce: Katiuska
Bernal, directora de Turismo de Pedernales con 12 años de experiencia; Carlos Parra,
analista de PCI de Pedernales con 15 años de experiencia; Carlos Solorzano, director
de la Unidad de Turismo
de Jama con 11 años de experiencia; Ana Alvarado, directora del Departamento de Cultura de
Sucre con 18 años de experiencia; Benjamín Solís Alcívar, analista de patrimonio
arquitectónico cultural y deporte del GAD de
San Vicente con 25 años de experiencia; José Luis Román Vega, director de
Cultura del cantón Chone con 20 años de experiencia; Rommel Chérrez, con 18 años de experiencia; y, los gestores culturales:
Mar Pacifico de Chone con 30 años de experiencia, Cotita Chang con 50
años de experiencia, Ricardo Alcívar Moran con 32 años de experiencia, Jorge
Mendoza con 25 años de experiencia, Narcisa Alvares con 13 años de experiencia
como directora del museo de Sucre y 8 años como bibliotecaria, y Narcisa Inguil Avellan con 12 años de experiencia.
La matriz de involucrados (ver Tabla 12), es una herramienta útil para analizar y entender las relaciones entre los diferentes actores y sectores para identificar oportunidades y desafíos en la preservación y promoción del PCI.
El análisis de la percepción de las salvaguardias sobre la gestión PCI en la zona norte de Manabí detecta varias áreas críticas de preocupación y oportunidades para mejorar la integración y valorización del PCI.
En primera instancia está la percepción de los GAD cantonales del área de estudio, que presentan una serie de similitudes en su enfoque hacia el PCI. Una de las principales preocupaciones es la falta de asignación de recursos, que limita la capacidad de estos GAD para apoyar adecuadamente las iniciativas relacionadas con el PCI. Además, se observó una visión poco clara entre los dirigentes cantonales en cuanto a la valorización y promoción del PCI, lo que se traduce en un limitado enfoque en promover estos patrimonios. También destaca la falta de personal especializado, afectando la efectividad de las estrategias culturales.
A pesar de estas similitudes, existen diferencias significativas en cómo se abordan los temas culturales. Algunas de ellas incluyen la necesidad de involucrar temas culturales dentro de los atractivos turísticos, trabajar con los distritos de Educación y establecer escuelas de danzas como medios para promover y enseñar la cultura.
Tabla
12
Matriz de involucrados en la gestión
del PCI-zona norte de Manabí
Entre otros aspectos, los gestores culturales señalan que entre los desafíos y problemas que enfrentan está su exclusión en la toma de decisiones en temas culturales y su falta de participación en las actividades culturales organizadas por los GAD, ello restringe el reconocimiento y la integración de los gestores culturales locales en el proceso de salvaguarda.
A pesar de estos desafíos, los gestores culturales reciben reconocimiento social por su trabajo, lo cual es positivo. Sin embargo, enfrentan dificultades para transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones, lo que limita en la formación de los jóvenes para su educación y continuidad cultural. Además, se evidencia que las comunidades deben empoderarse con relación a temas culturales, a fin de fortalecer la identidad local para contribuir a la preservación del PCI.
Análisis FODA sobre la valoración del
PCI en la zona norte de Manabí
El análisis FODA proporciona un marco claro para identificar las áreas de intervención necesarias para la sostenibilidad y el fortalecimiento del PCI en la zona norte de Manabí, destacando tanto los recursos y ventajas existentes como los desafíos y amenazas que deben enfrentar (ver Tabla 13).
El análisis del impacto cruzado entre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) permite identificar cómo las características y circunstancias actuales influyen en la sostenibilidad y valoración del PCI. Los principales resultados de los factores internos y externos sobre el PCI de la zona norte de Manabí se presentan en la Tabla 14.
Tabla 13
Matriz FODA
Tabla 14
Factores internos y externos del PCI
En lo que refiere a los factores de fortalezas y amenazas nos muestra el PCI potencial de la zona como un activo importante para mitigar las amenazas de la modernización y pérdida de espacios culturales que, sin embargo, representan un riesgo significativo para la preservación del PCI. Las fortalezas culturales se deben utilizar estratégicamente para resistir los efectos adversos de la modernización, y promover una gestión que equilibre la preservación del patrimonio con el desarrollo moderno.
En relación con los factores de debilidades y oportunidades para contrarrestar la debilidad de recursos limitados se pueden aprovechar las oportunidades que brindan las culturas y tradiciones vivas. Aunque los recursos financieros y humanos sean escasos, el capital cultural existente puede movilizarse por medio de colaboraciones y asociaciones estratégicas de apoyo externo (por ejemplo, fondos de cooperación internacional) y compensar, de esta manera, la falta de recursos con el desarrollo de proyectos que refuercen la valorización de las culturas y tradiciones vivas.
Con respecto a los factores de
debilidades y amenazas, existe una baja asignación de recursos y la
amenaza de la modernización. Para superar esta situación es necesario
desarrollar estrategias de sostenibilidad que optimicen los recursos disponibles.
A partir de este análisis, se proponen las siguientes estrategias para la valoración y sostenibilidad del PCI en la zona norte de Manabí:
1. Desarrollar programas educativos y de sensibilización basados en el PCI para fortalecer la preservación de culturas vivas que permita la diversificación de la oferta turística y las fuentes de financiamiento.
2. Promover eventos y festivales culturales, que celebren y destaquen las tradiciones, integrando la riqueza cultural en la oferta turística de manera que resalte el valor del PCI.
3. Implementar un plan de gestión de riesgos para proteger los espacios culturales y las tradiciones de los efectos de la modernización.
4. Establecer políticas de conservación que mantengan la integridad cultural frente a los cambios.
5. Buscar alianzas y asociaciones con organizaciones culturales, educativas y financieras para aumentar los recursos disponibles y fortalecer los proyectos de preservación.
6. Fomentar el voluntariado, la participación comunitaria y de los portadores de conocimiento para maximizar el impacto de los recursos limitados, involucrando a la comunidad en la conservación y promoción del PCI.
7. Desarrollar estrategias de conservación adaptativas, buscando financiamiento adicional
Plan de Acción para la valoración y
sostenibilidad del PCI de la zona norte de Manabí
Para la elaboración del plan de acción se utilizó la matriz 5W2H, que abarca las estrategias propuestas para fortalecer la preservación de culturas vivas y la diversificación de la oferta turística, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del PCI. A
La literatura muestra que la sostenibilidad es un pilar fundamental para la salvaguardia y la conservación del PCI, especialmente en regiones como la zona norte de Manabí. Integrar prácticas sostenibles implica no solo proteger los recursos culturales y naturales, sino también, fomentar desarrollo económico y social que beneficie a las comunidades locales. Como señala Erlewein (2015), la cultura es la que nos hace ser quienes somos, nos da fuerza y se convierte en una fuente vital de identidad, innovación y creatividad. Esta conexión marca la importancia de la sostenibilidad y la salvaguardia del PCI, asegurando que las tradiciones culturales se mantengan vivas y relevantes para las generaciones presentes y futuras.
En ese sentido, la investigación revela que, aunque la zona norte de Manabí cuenta con un notable potencial patrimonial e infraestructura turística, enfrenta importantes limitaciones que dificultan el desarrollo de su PCI. Uno de los factores más críticos es la insuficiente asignación de recursos a los GAD, que restringe el apoyo a las iniciativas culturales. Esta situación se ve agravada por la falta de una visión clara sobre el valor estratégico del PCI para el turismo y el desarrollo local entre los dirigentes cantonales, sumado a que tampoco generan alianzas con la academia. Como señala Mendoza et al. (2023), la sostenibilidad del turismo está condicionada por la capacidad de las comunidades para planificar y gestionar programas en este ámbito. Otro desafío es la débil integración y participación de los gestores culturales locales, en la toma de decisiones. Por lo tanto, la integración de estos actores es fundamental para desarrollar una estrategia inclusiva y participativa. Por consiguiente, la distribución de responsabilidades entre gobierno, empresa y academia resulta crucial en la gestión de la innovación turística (Vera et al., 2024).
Por otra parte,
según la valoración de los turistas, en los análisis de datos levantados in situ, el 60.01
% manifiesta la demanda
potencial del PCI como un factor decisivo para la visita del destino. Las festividades,
la música, las danzas y la gastronomía son los aspectos
más valorados, destacando la importancia
de ofrecer experiencias auténticas y participativas. Aunque un 39.9 % de los turistas no considera el PCI
como
su principal motivación, sigue siendo un elemento
esencial para la atracción turística general. Por lo tanto,
los procesos participativos de planificación son fundamentales para identificar, impulsar y fortalecer los productos
en el territorio nacional y local, como estrategia para diversificar la oferta
y promover la demanda interna (Mendoza et al., 2021).
En este contexto, se propone un plan de acción para la valoración y sostenibilidad de la zona norte de Manabí que resalta la importancia de implementar una estrategia integral alineada con las directrices de la UNESCO y los ODS. Esta estrategia debe combinar la educación, la promoción, la gestión de riesgos y la participación comunitaria, involucrando también a los portadores de conocimiento. Por medio de programas educativos y organización de eventos culturales, se busca diversificar la oferta turística y fortalecer la identidad cultural de la región. Esto puede lograrse según el artículo 14 de la Convención, que establece que el PCI puede mejorarse mediante programas específicos de educación y formación (Yan y Li, 2023) y también contribuye con el ODS 4 de la educación de calidad, y el ODS 11 de ciudades y comunidades sostenibles.
La gestión de riesgos y las políticas de conservación son fundamentales para proteger el patrimonio frente a los desafíos de la modernización, en consonancia con el ODS 12 sobre producción y consumo responsables. Además, las alianzas estratégicas y el fomento del voluntariado optimizan los recursos disponibles y amplían el alcance de los proyectos, alineándose con el ODS 17 de alianzas para lograr los objetivos. Estas acciones, respaldadas por una matriz 5W1H, proporcionan una base sólida para la preservación del PCI, y garantizan su continuidad y relevancia en el contexto contemporáneo, contribuyendo al desarrollo sostenible de la zona.
Conclusiones
Mediante la valoración del PCI en la zona norte de Manabí se detectó que la región requiere mayor atención y cobertura de profesionales que busquen crear conciencia sobre el patrimonio cultural inmaterial. Los aspectos considerados en la propuesta de esta investigación buscan crear acercamientos a mediano y largo plazo para la sostenibilidad de los PCI y para que se conviertan en parte de la identidad turística cultural de la región que puedan trascender a futuras generaciones, transformando el turismo en una herramienta fuerte para el desarrollo sostenible.
El análisis FODA revela que, a pesar de la limitación de recursos financieros y humanos, el capital cultural de la región puede ser un motor clave para el desarrollo a través de colaboraciones estratégicas y apoyo externo, como fondos de cooperación internacional. Esto no solo mitigaría la escasez de recursos, sino que también facilitaría la implementación de proyectos que valoren y fortalezcan las culturas y tradiciones vivas. Sin embargo, la baja asignación de recursos y la amenaza de la modernización complican aún más la situación, exigiendo la formulación de estrategias de sostenibilidad que optimicen los recursos disponibles. En este contexto, se ha propuesto un plan de acción basado en siete estrategias que busca diversificar la oferta turística, fortalecer la conservación del PCI y fomentar la participación comunitaria. La implementación de estas estrategias será fundamental para asegurar un desarrollo sostenible y resiliente que mantenga la riqueza cultural de la zona norte de Manabí frente a los desafíos contemporáneos.
Los autores no tienen conflicto de intereses en la presente investigación.
Responsabilidad ética
En esta investigación se ha citado de forma adecuada cada fuente utilizada, respetando los derechos de autor y las normativas de citación establecidas por la revista. En la recolección de información in situ, se aplicaron métodos de observación directa y entrevistas, respetando los principios éticos de contar con el consentimiento informado de los participantes, proteger sus identidades y cuidar su bienestar.
Contribución de autoría
JDVS: investigación, metodología, búsqueda de fuentes, redacción, análisis y síntesis de resultados, conclusiones.
BEMM: investigación, redacción, búsqueda de fuentes, análisis y síntesis de resultados, revisión de estilo, edición.
Financiamiento
La presente investigación no contó con ninguna fuente de financiación.
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José Darío Vera Solorzano
Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, Carrera
de Turismo, Calceta,
Ecuador. Estudiante de la carrera de Turismo, de la Escuela
Superior Politécnica de Manabí, Manuel
Félix López, Ecuador.
ORCID: https://orcid.org/0009-0000-8974-1478
Blanca Enith Mendoza Mendoza
Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí Manuel Félix López, Carrera de Turismo, Calceta, Ecuador.
Magíster en Planificación y Gestión de Proyectos Agroturísticos y Ecológicos por la Universidad Agraria del Ecuador, Ecuador. Máster Universitario en Evaluación de la Calidad y Procesos de Certificación en Educación Superior por la Universidad Internacional de la Rioja, Ecuador, Actualmente, es docente investigadora de la Carrera de Turismo de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí, Ecuador.
Autor
corresponsal: blanca.mendoza@espam.edu.ec
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5645-6299